miércoles, 13 de mayo de 2015

MADERA



escribo
golpes derretidos
sobre mis párpados
cuando se cierran
cada noche,

en silencio
sacrifico el agua
abierta
sobre la masa amorfa
que es el poema,

las letras se escancian
frágiles
a la madera
sepultada por litros,
litros
de pintura,


busco la madera,

fumigo el poema
abriendo
en abanico mis dedos
hasta el blanco del objeto
fonema pálido
como un silencio que llega

y dejo al poema
desnudo
tatuándose con saliva
sobre mi cuerpo.




Mario Guixeras.