La antesala
recibe
pulida
brillante,
los cuadros
tumbados
en las paredes
al misterio,
acercando
la nariz
no se captan
imágenes
distinguidas
sobre las retinas
del alma,
el terciopelo
granate
de los cojines
bajo mi culo,
el juego
de té
porcelana
pintada
por el mismo autor
que los cadáveres
de óleo
colgados
como trofeos
de nada,
¿violines?
si,
violines amables
bailan
en la antesala
entre los brazos
de las columnas
marmóleas,
qué maravilla,
el té es bueno,
ecológico,
lógico,
me encanta
me embelesa
me apasiona
me consuela
me agarra
me fascina
me aburre
esta antesala.
Mario Guixeras.
