martes, 25 de junio de 2013
ECOS ROTOS
"Ecos Rotos" escultura. 55x35x40cms. |
Esta es una obra creada junto a mis compañeras: Andrea Saura http://laquimeradormida.blogspot.com.es/, Iciar Urcelay http://iciarurcelay.tumblr.com/ y Mercedes Sagues http://merchi-sagues.tumblr.com/, es una escultura configurada artesanalmente en su totalidad, en madera de balsa y que se encuentra disponible a la venta.
"Ecos Rotos" es una obra que nos recrea de algún modo las ondas que se forman en un plano, la transformación del espacio cuando se rompe. Cuando la construimos vimos que los palos superiores no estaban completamente rectos, en cambio, forman unas ondas rítmicas rotas y dispersas, todas distintas entre sí. Recuerda a los reflejos de un espejo roto que cambian de dirección o en este sentido el reflejo sonoro con ecos interrumpidos.
Un eco es un sonido repetido que se causa por la refracción de una onda sonora de una superficie. El sonido se oye más de una vez por la diferencia entre el tiempo del inicio de la onda sonora y su regreso de la superficie reflejante. Aquí, a partir del espacio inicial, el plano horizontal, vemos cómo se forma un segundo espacio con la diagonal con la que ha chocado el eco.
La obra esta influida por el minimalismo con elementos de lineas puras y el concepto de que el espectador solo ve una superficie plana con otra encima de ella como si rebotara de la anterior, aunque no lo haga perfectamente. Por eso creemos que precisamente la perfección de la obra reside en su misma imperfección.
Mario Vicente Guixeras.
sábado, 15 de junio de 2013
¿QUÉ REALIDAD?
La realidad es irreal
a cada par de ojos en el mundo. Risas, jolgorios estúpidos, lágrimas falsas,
aullidos en vano, rugidos sordos, miradas que engañan, amenazas entre tus
brazos, una rosa marchita en tu mano.
Y te clavas sus
espinas, pero te da igual, no te das cuenta de que siempre has mirado a través
de un cristal, no, no ,no… cállate. Deja de hablar de esas cosas que tanto me
gustan, ya no vas a llorar más.
Las mentiras huelen
bien, pero ahora se que saben amargas, y no quiero ni saber por qué queremos
ser algo que no somos, por qué añoras noches largas si nunca me dejasteis
acercarme a los susurros de vuestras mentes, o quizás yo no quise.
El miedo no es mi
amigo, y sin embargo siempre me acompaña, y tú que deberías serlo… ahí te dejo…
apenas te veo, tras la red de metales oxidados que separa las almas de los
cuerpos, que utiliza las armas para curar los lamentos.
No me acuerdo cómo
sucedió todo, pero se que viví el nacimiento de algo… no se cómo, no se cuándo,
parece que se doblegan las fronteras cuando dos miradas se encuentran, y los
recuerdos comienzan, y los sentimientos se olvidan.
Nunca olvides olvidar
lo que pudiste haber vivido, haber sido en realidad, los recuerdos del futuro,
que tras la muerte encontraría el sentido en los de detrás.
Mario Vicente Guixeras.
lunes, 10 de junio de 2013
ESCUPIENDO PALABRAS
Cuando deje de escribir habré muerto. Cuando las alocadas,
descolocadas, improvisadas letras desaparezcan del papel habré fracasado en la
negritud del silencio que las consume, que las sume en el olvido de quien ya no
las lee, porque estas manchas negras no tienen vida hasta que alguien las lee,
hasta que a una persona le brillen los ojos. Mientras tanto sigo esperando
demasiadas cosas como para acordarme de ellas, voy demasiado rápido pero a paso
lento se traban los logaritmos en mi lengua como balas encasquilladas que debían salir del cañón, debían llegar
al corazón de alguien. Eso me pasa a mí. No me da tiempo, no me da tiempo,
no se como no siento la fiebre, ni
mis venas en las sienes bailando la danza de la muerte, bailando la música
sorda que me despista de lo que de nuevo he olvidado decir… No me acuerdo, no
me acuerdo. Borro letras, escribo, borro letras, escribo otras pocas, forjo
palabras inventadas en un marco ya existente, en un idioma ya inventado, con unas
reglas ya establecidas, pero yo me río de ellas, no se si porque quiero o
porque es lo único que puedo hacer con ellas. Y se rasga el tiempo, queda ajado
por la fuerza del terrible viento que no deja que piense, ni por un maldito
momento… Aunque no sirviera de nada, de nada.
Mario Vicente Guixeras.
(Este escrito lo he hecho todo seguido, improvisando y sin parar de escribir lo que se me venía a la cabeza, es por ello que está escrito todo junto y sin la separación adecuada, es un ejercicio que te permite descubrir cómo te sientes en un momento determinado y resulta realmente relajador. Te ayuda a mejorar la escritura.)
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