La realidad es irreal
a cada par de ojos en el mundo. Risas, jolgorios estúpidos, lágrimas falsas,
aullidos en vano, rugidos sordos, miradas que engañan, amenazas entre tus
brazos, una rosa marchita en tu mano.
Y te clavas sus
espinas, pero te da igual, no te das cuenta de que siempre has mirado a través
de un cristal, no, no ,no… cállate. Deja de hablar de esas cosas que tanto me
gustan, ya no vas a llorar más.
Las mentiras huelen
bien, pero ahora se que saben amargas, y no quiero ni saber por qué queremos
ser algo que no somos, por qué añoras noches largas si nunca me dejasteis
acercarme a los susurros de vuestras mentes, o quizás yo no quise.
El miedo no es mi
amigo, y sin embargo siempre me acompaña, y tú que deberías serlo… ahí te dejo…
apenas te veo, tras la red de metales oxidados que separa las almas de los
cuerpos, que utiliza las armas para curar los lamentos.
No me acuerdo cómo
sucedió todo, pero se que viví el nacimiento de algo… no se cómo, no se cuándo,
parece que se doblegan las fronteras cuando dos miradas se encuentran, y los
recuerdos comienzan, y los sentimientos se olvidan.
Nunca olvides olvidar
lo que pudiste haber vivido, haber sido en realidad, los recuerdos del futuro,
que tras la muerte encontraría el sentido en los de detrás.
Mario Vicente Guixeras.
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