fotografía de: Marta Esteban- Infantes.ementropica.blogspot.com.es |
Somos fríos,
sin remedio, de
metal,
ahogamos a nuestra
madre verde
al olvidarnos de
ella,
buscando órdenes
huecos
y estructuras de
cristal.
Tragamos hierro y
cemento,
drogas que nos consumen,
huimos de los
lamentos
de la tierra que nos
une,
pues los idiotas,
queriendo crecer,
sólo conseguimos
envejecer
tras las montañas,
perecer bajo las
ramas
de los árboles de los
que emanaba
el susurro de los
vientos,
ahora también
muertos,
ignorando que son
nuestras entrañas.
Somos ciegos al
creernos
dueños de este mundo,
¡Que la natura rompe
al hombre,
por una ranura en su
muro!
Crecerá de nuevo la
hiedra,
rajará la tierra
carreteras,
el viento será el
látigo del ladrillo,
el trueno con su
aullido descargará
la furia de los siglos
de opresión
y el ser humano
entenderá
que cuando mataba a
su madre
era él quien moría,
con una risa de
ironía,
entre los restos y el
carbón.
Mario Vicente
Guixeras.
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