Esta noche rima con tu ausencia. Me mancho de palabras como si me supieran a algo, mientras enciendo el mismo trozo de cera de siempre y me abro una lata de nostalgias.
Joder... Qué asco, van tres latas. Las luces del fondo no son sino intermitencias de un ruido sin mayor importancia, un ruido azul como la cabeza de un perro que duerme la siesta, qué más da.
¿ Seré yo otro de esos ruidos? ¿ Seré en vez de eso un silencio? En cualquier caso sigo sin saber quién eres. Te juro que te reconocería de no ser porque nunca te he conocido, pero tengo las manos grises y los ojos desgastados de mirar por la cerradura de tus desapariciones, y lo único que me queda por hacer es escribirlo. Qué asco... escribo golpes de letras que se amontonan se enredan se alinean y construyen palabras igual de abstractas, igual de absurdas, igual de desnudas, igual de nada.
No se... a veces pienso en la gente, a veces lo hago ¿sabes?, y me digo que esta tinta no es para ellos, y sí para ti. Esta noche estoy jodido porque la luna rima con tu nombre, y estoy aquí de pie respirando este mismo espacio, exactamente este mismo, sin ti, manchándome de palabras exprimidas que se alejen de lo que he sido.
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