viernes, 29 de marzo de 2013

LA MUERTE; EL TIEMPO


El paso del viento

Rosas,  lirios y claveles,
todas tiernas, hermosas flores
que prestan sus divinos olores,
que invitan a caer soñando
para que soñando, ignorante quedes.

porque son traidoras y falsas,
aquellas bellezas que caminando
encontraras junto a mágicas rías
entre las frías aguas de los campos.

sólo esconden a las mentes,
a la mujer siempre presente,
siempre pálida de luna teñida,
siempre con túnica  de noche ennegrecida,
quien con miedo llamamos Muerte,
aquella que nadie quiere como amiga.

por más que abaniques tus caducos perfumes,
por más que brillen tus perecederos colores,
siempre reclamará la muerte
del vivo mundo los sonidos y tambores,
la belleza de la vida será ahogada,
sólo una música sorda permanecerá, aislada.

que ahora todo en silencio queda,
del que el vivo queda a su suerte,
que ahora ha terminado su senda,
su senda ha terminado al verte.

pues permites que las mariposas nos ensueñen,
y que montañas enormes nos asombren,
permites que encontremos el amor,
y todo para matarnos de ciego dolor,
dolor de haber perdido
aquellas primaveras doradas,
y ríes viendo que ahora,
ignorantes nuestras cabezas lucen plateadas.

fuerte corre el viento,
damos las últimas invisibles patadas,
el viento fuerte evoca nuestros lamentos,
pronto cristalinos ojos sólo reflejarán viejas pisadas,
inevitablemente llega el inevitable momento,
nuestro verdugo, ha sido el tiempo.


Mario Vicente Guixeras.

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