En la noche, que silencia los llantos y gemidos, se puede
oler un sentimiento de soledad húmeda y fría que recorre tu espalda. Es el
silencio de la humanidad, el sueño obligado que permite al noctámbulo vivir en
plena libertad durante unas horas. La soledad, a veces, es en realidad la
compañía de uno mismo.
Mario Vicente Guixeras.
Artista, coño.
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